Río, quebrada y paseo Anauco marcan la ruta del abandono
El potencial recreacional de la parroquia se pierde por desidia
Apenas quedan unos pocos metros no contaminados de río, y la quebrada y el paseo están abandonados a su suerte FOTOS VENANCIO ALCÁZARES
JAVIER BRASSESCO | EL UNIVERSAL
lunes 18 de junio de 2012 12:00 AM
El río, la quebrada y el paseo Anauco son la columna vertebral de San Bernardino, esa antigua hacienda de café que se convirtió en parroquia en octubre de 1994.
El estado de estos tres espacios es lamentable: el río es cada vez menos río y más quebrada, la quebrada se quedó esperando todas las promesas que se le hicieron tras el deslave de Vargas (1999) aparte del anuncio de limpieza del río Guaire (2006), y el paseo está lleno de tierra, basura e indigentes.
Las instalaciones de la desaparecida Unidad Especial de Perros Adiestrados (de la Policía Metropolitana), a un lado del escuadrón montado de la GN, fue utilizada para reubicar damnificados, que han contaminado la quebrada de Cotiza, cuyas aguas van a dar directamente al río Anauco. Éste, por lo tanto, se contamina apenas entra en la ciudad tras atravesar la Cota Mil.
Aníbal Isturdes, quien desde hace años intenta vender la idea de transformar este espacio en un parque parecido al de Los Chorros, siente que ese sueño es cada vez más utópico: "Ese bosque tiene el potencial para hacer un parque modelo, con mariposario, orquideario y un lugar para ver colibríes, pero ahí lo único que gana espacio es la contaminación".
La quebrada Anauco, por su parte, fue objeto de promesas tras las fuertes inundaciones que sufrió en diciembre de 1999, pero muy poco queda de todo aquello. Inés de Perera, quien habita en el nacimiento de la quebrada desde 1979, explica que lo único que se llegó a hacer tras aquella tragedia fue un sistema de alarmas para alertar sobre la crecida de la quebrada que nunca funcionó y que hoy está abandonado.
En 2008 se ofreció embaular la quebrada Anauco y limpiar sus aguas como parte del proyecto de saneamiento del río Guaire, pero el trabajo solo se realizó a medias y el embaulamiento se hundió a los 4 meses.
También se prometió construir edificios de seis pisos para unas cien familias de la zona que vivían en las zonas de mayor riesgo, pero todo se quedó en promesas, igual que el espejo de agua, el saneamiento de la quebrada y las canchas deportivas que allí se harían.
El paseo Anauco, por su parte, que tiene todo el potencial para convertirse en un hermoso paseo peatonal, tiene doce años abandonado desde que aquel deslave de 1999 lo dejó sumido en el lodo.
Muy pocos se atreven a caminar hoy por este paseo, convertido en casa de indigentes y lleno de basura y aguas negras. Planes para rescatarlo ha habido muchos, como el que en 2003 emprendió la alcaldía Metropolitana o como el que en 2006 se realizó en el marco del proyecto Guaire, que preveía reconducir las aguas negras de los edificios adyacentes, pero todos quedaron en nada. En 2008 se entregó su cuidado a los consejos comunales de la zona, quienes estarían apoyados por la Misión Cultura y la Electricidad de Caracas, y se habló de la construcción de un café, un club de la tercera edad, una venta de flores y hasta un museo.
Lo único que se ha construido allí desde entonces (aparte de dos rampas para patinetas atravesadas en el camino), es un rancho que se puede ver a la altura de la plaza Estrella.
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