Luego de dos años y cinco meses de invasión en el edificio Confinanzas, ubicado entre las avenidas Andrés Bello y Urdaneta, los cambios son más que evidentes. Las carpas amontonadas y las telas que hacían de pared han desaparecido y ahora unos muros de ladrillos fungen como balcones de apartamentos. El frondoso árbol del ala este de la construcción también ha cambiado, además de exhibir su verdor muestra restos de ropa, colchonetas y bolsas con desperdicios. Los vecinos que colindan con el inmueble también dicen haber mutado: de la rabia e impotencia han pasado a la resignación y la tristeza.
En la edificación de 52 pisos se albergan hasta 500 familias, quienes prefieren ser calificados como comunidad y no como invasores, pues aseguran que los dos años en el edificio les permiten poseer otro trato. "Si bien admitimos que en un principio invadimos este lugar, luego de dos años y medio no podemos definirnos como invasores sino como comunidad, pues nos hemos organizado y ahora somos una cooperativa", explicó Luis Padrón. Ciertamente, un documento con el sello del Servicio Autónomo de Registros y Notarías certifica la creación de la Cooperativa Cacique Venezuela, R.L., que posee el objetivo de "promover la construcción de un urbanismo compuesto por viviendas dignas, constituido por apartamentos, casa vecinal, colegio preescolar, maternal, áreas para puestos de estacionamiento y sala de usos múltiples", con la autoridad para establecer oficinas, sucursales y dependencias en el país.
Los ocupantes de la Torre de David se adjudican varios logros sociales, como la depuración de la comunidad interna así como haber trabajado por una mejor convivencia externa. "Logramos sacar personas de mal vivir. En un principio pudo haber ladrones y otros que consumían droga pero con el tiempo los hemos sacado. También ponemos multas a quienes botan basura hacia abajo y hacemos jornadas de limpieza en las calles que nos rodean", explicó Yenny Rodríguez, coordinadora de seguridad. Por su parte, los vecinos que colindan con la edificación denunciaron que deben lidiar a diario con los malos olores de la torre, desperdicios que botan a la calle y caen dentro de las casas.
En el preescolar La Esmeralda, en Sarría, tuvieron que colocar un techo para evitar que la basura, las botellas y las cabillas cayeran sobre los niños. Otro de los preescolares tampoco se ha salvado la situación. "Aunque ellos han demostrado estar organizados el problema es que no hay alguien que se haga responsable por los destrozos que ocasionan", manifestó Nilia Nar
váez, directora del centro de educación inicial, quien admitió que tras la invasión ha pasado de la rabia a la impotencia y ahora a la tristeza, "pues es deprimente ver cómo ellos y nosotros nos hemos acostumbrado a esa realidad".
Nancy VelascoEL UNIVERSAL
Sueños truncados
El Centro Financiero Confinanzas fue el sueño del emprendedor David Brillembourg. Comenzó a construirse en 1990 con la idea de convertirse en ícono arquitectónico. La estructura fue diseñada para superar en altura a las torres de Parque Central. En su fase inicial contemplaba un conjunto de apartamentos, comercios y la sede principal del Grupo, pero posteriormente el proyecto fue transformado para albergar un hotel, comercios, un aparthotel y la sede de Confinanzas La Torre de David es uno de los inmuebles ocupados por Fogade tras la crisis financiera de 1994.
La primera y segunda imagen pueden mostrar el estado actual de la torre, la tercera es una foto antes de la invasión, y la última es la maqueta. Hoy en día ya las invasiones van por los estacionamientos. Cada vez que pasamos cerca podemos ver el movimiento en la puerta, y la gran cantidad de antenas de DirecTV.