Los testimonios de dos incidentes ocurridos en la avenida San Martín coinciden en que así opera el colectivo, que nació hace 25 años en el 23 de Enero, pero que desde hace aproximadamente un año extendió sus operaciones a otras zonas de Caracas.
Con temor a declarar y desde el anonimato, los residentes de tres pensiones localizadas en la esquina de Aguacate, cerca de la plaza Capuchinos, en San Juan, denunciaron que hace dos semanas ese grupo armado entró a la fuerza a los alojamientos en busca de una persona.
El martes 6 de marzo en la noche, dos de esos hospedajes fueron "allanados" por más de 22 hombres vestidos de negro y con capuchas. Según testimonios, con ellos estaban 5 presuntos funcionarios de la Guardia Nacional, pues tenían uniformes del cuerpo castrense. En las dos residencias todos los presentes fueron despojados de los teléfonos celulares y artículos de valor.
Luego, a las 10:00 pm, el grupo de hombres entró a la fuerza al hospedaje hotel La Perinola. Entraron disparando para intimidar a quienes allí residen. Posteriormente se metieron en las habitaciones.
Los huecos que se observan en casi todas las puertas evidencian que fueron abiertas con patadas.
"Eso fue tiro y tiro desde que llegaron. Como me asusté y no quería que me hicieran nada, me acosté y me tapé los oídos.
Lo lamentable es que esos hombres mataron al mocho", relató una mujer.
Kenlly Zapata Quero, de 32 años de edad, con discapacidad en una pierna, intentó impedir que el grupo de personas atacara a una mujer que estaba en la recepción de la posada. Defenderla le costó la vida, pues los atacantes le dieron múltiples balazos.
En el hecho, otro residente, Meisler Lugo, de 55 años de edad, resultó herido en el brazo izquierdo.
Mientras la mujer mostraba las perforaciones que dejaron los proyectiles en una lavadora colocada al final de un pasillo, afirmó que el hombre herido no ha regresado al hospedaje, mientras que otros residentes abandonaron el lugar después de lo ocurrido.
Una semana de agresiones.
Una hora antes, el mismo grupo armado visitó la pensión Manzana de Oro. A ese lugar entraron con la excusa de que era un allanamiento de la GN y que necesitaban el censo de todos los residentes.
"A varios nos apuntaron con esas pistolas grandes. Me amenazaron y me dijeron que si conseguían algo, yo iba a ser la responsable. Un muchacho les advirtió que no podían entrar sin una orden de allanamiento, pero continuaron registrando y violentaron las puertas que estaban cerradas", dijo un hombre que vive en esa pensión.
Dos días después, el jueves en la noche, un grupo similar reventó la puerta principal de la pensión Giuseppe. El modus operandi fue el mismo.
Revisaron cada uno de los 32 cuartos en los que se alojan familias, robaron artículos de valor e, incluso, se llevaron a 6 personas.
"Prácticamente hicieron mercado. Se llevaron neveras, aparatos de aire acondicionado, los juguetes de los niños y, no conformes, se llevaron a seis personas, entre ellas, a dos de la tercera edad. Con esos hombres también había adolescentes armados. Son unos malandros con chapas y nos consta que la GN está metida en esto porque a los detenidos se los llevaron para el comando que está en Maripérez", relató uno de los residentes, que insistió en que se trataba del colectivo La Piedrita.
El poder que otorga la impunidad. Hasta el presidente Hugo Chávez ha cuestionado las acciones que lleva a cabo el colectivo La Piedrita, y las ha calificado de "terroristas".
Según versiones de los cuerpos de seguridad del Estado, miembros de organismos de inteligencia los han vigilado de forma intermitente. Indicaron que desde 2011 la organización tiene una sede alterna, que opera con la fachada de una mueblería en la avenida Nueva Granada, parroquia Santa Rosalía. El lugar, que fue allanado por cuerpos de seguridad del Estado el pasado martes en la noche, es frecuentado por funcionarios policiales. En la puerta, generalmente, está una motocicleta Suzuki con logotipo del Dibi se y una camioneta con placas descontinuadas de la Alcaldía Metropolitana.
En noviembre de 2011, funcionarios de la Alcaldía Metropolitana fueron despojados de las motos cuando hacían un recorrido por Lídice, parroquia La Pastora. Como autores del hecho identificaron a ocho miembros del colectivo.
El 1º de diciembre, el inspector jefe del Cicpc, Víctor Manuel Izarra, fue gravemente herido cuando intentó evitar que le robaran la moto a un funcionario de la Alcaldía Metropolitana en la avenida Panteón, parroquia San Bernardino. Por ese caso está señalado un lugarteniente de Valentín Santana (líder de la organización), de apellido Melián.
El 12 del mismo mes fueron encontrados los cadáveres carbonizados de cuatro hombres, dentro de un vehículo abandonado en un terreno de la avenida Lamas. Fueron identificados como Carlos Eduardo Rodríguez; Miguel Ángel Rodríguez, Wuil Michael Carreño y Jonathan Franklin Rojas, todos de El Guarataro, parroquia San Juan.
Las víctimas fueron interceptadas el fin de semana anterior, a plena luz del día, cuando salían de jugar un torneo de softbol en el YMCA de San Martín.
Vivían en El Guarataro. Los testigos creyeron que se trataba de una operación policial, debido a la coordinación con que actuaron y los vehículos utilizados. Pronto se dieron cuenta de que eran miembros de La Piedrita. Las pesquisas policiales también apuntan en esa dirección.
El diputado Richard Blanco afirmó que los miembros de La Piedrita han recibido formación de los cuerpos de seguridad. "Son entrenados para operaciones tipo comando.
Poseen armas largas, radios y motos de alta cilindrada, con insignias oficiales", dijo el parlamentario, quien fue atacado por supuestos miembros de ese grupo cuando comenzó su campaña para la Alcaldía de Libertador, en noviembre de 2011. "Ellos operan con la mirada complaciente de este gobierno", reiteró.
La expansión de sus actividades le ha permitido ganar fuerza, y tienen cerca de 300 integrantes.
Recuadro 1
Reverol: “Yo les advertí”
El viceministro de Prevención y Seguridad Ciudadana, general de brigada Néstor Reverol, dijo que advirtió a los líderes del colectivo La Piedrita sobre las consecuencias que tendría el uso de motos y uniformes con emblemas del Dispositivo Bicentenario de Seguridad, supuestamente falsificados.
“Yo les advertí que no podían hacer eso. Esas placas son falsas. Les dije que si seguían, los íbamos a detener. El Estado debe garantizar el ejercicio de una autoridad legítima. No se puede permitir eso. Ellos se mandaron a hacer todos esos emblemas”, afirmó.
Reverol indicó que las actividades violentas de La Piedrita conducirán a la anarquía. “La ley es para todo el mundo. No puede haber revolución sin disciplina”, señaló.
Dijo que ante los sucesos del fin de semana pasado, en los que murieron dos personas, se evalúa extender el patrullaje del Dibise hasta el sector El Observatorio. “El ejercicio de la autoridad no se puede delegar”, sentenció.
El exsubdirector de la policía judicial, comisario general Vicente Álamo, afirmó que durante su gestión en ese cuerpo de seguridad nunca le ordenaron la captura del líder del colectivo La Piedrita, Valentín Santana. “Nunca llegó la orden. Eso es todo lo que le puedo decir”, afirmó el comisario jubilado, que ejerció la subdirección de la policía judicial entre julio de 2005 y diciembre de 2008. Según fuentes policiales, en febrero de 2009 fue designado un grupo de la sección de Inteligencia de la policía judicial para detener a Santana.
El líder de La Piedrita declaró a un semanario que los dueños de RCTV y Globovisión eran “objetivos militares”. El Presidente rechazó públicamente esa afirmación y la calificó de terrorismo.
Recuadro 2
Acumulación
Son numerosas las causas penales en las que se ha podido identificar la participación de miembros de La Piedrita. Ronald García, alias “Satanás”, no sólo es imputado por la muerte del escolta del MRI Tony Gómez, en Maca, municipio Sucre. También fue identificado por el Cicpc como supuesto autor del asesinato de Milver Terán, de 18 años de edad, cuyo cadáver carbonizado apareció en la zona industrial de Turmerito, el 24 de febrero. En ese caso también serían coautores Romys Vásquez y Yosue Rosales, alias “Balín”. Se cree que el móvil del crimen fue la venganza.
El Dato
¿Cómo son?
Se desplazan en motocicletas Suzuki de alta cilindrada (cuyo valor en el mercado supera los 100.000 bolívares). Testigos de sus “operaciones” mencionan un promedio de 15 de esos vehículos. Se desplazan en camionetas Toyota 4Runner y Jeep Cherokee, siempre visten de negro, usan pasamontañas y armas largas, entre ellas, algunos fusiles.
En ocasiones llevan uniformes con insignias de la GN o el Dibise. Actúan al estilo comando, grupos de más de 20 hombres. Entran en los establecimientos y abordan a las víctimas con tácticas propias de los grupos de élite de la policía. Trepan paredes con equipos de rapel para ingresar en las residencias en forma sorpresiva.
El Cicpc ha revisado otros expedientes en los que aparecen señalados miembros del colectivo. Un caso instruido por la División contra el Robo de Vehículos se inició por la denuncia de un hombre de 28 años de edad, a quien supuestos agentes del Dibise le quitaron su auto en la entrada del barrio San Antonio en El Valle. El grupo, que se hace llamar “hampa seria”, según documentos, tiene el concurso de exagentes de la PM.
Una vecina nos cuenta: 
